BUENOS MODALES

LA IMPORTANCIA DE LOS BUENOS MODALES


Los buenos modales son necesarios para vivir en sociedad, para conseguir las metas que nos proponemos y para poder disfrutar de una vida tranquila, sin recibir críticas por nuestra forma de comportarnos tanto en familia como en sociedad.

La buena educación parte desde el seno familiar.

Muchas veces hemos escuchado lo importante que es cuidar las buenas formas en cualquier ámbito. En un principio puede que no le demos la importancia real que tiene, e incluso puede que nos hayamos preguntado alguna vez "el porqué son importantes los buenos modales", "si el resto del mundo no es educado ni se comporta bien, ¿porqué yo tengo que serlo?".
Muy sencillo, para relacionarnos sin conflictos y vivir en comunidad.

Desde pequeños hemos escuchado en casa frases del tipo:
"No hables con la boca llena", "termina de tragar antes de hablar", "no juegues con los cubiertos", "siéntate como una persona educada", "pide las cosas por favor", "da las gracias por todo"...  

Es bastante normal que en un principio todo esto a los más pequeños les resulte pesado e inservible. Y tal como vemos en algunos medios de comunicación, como programas de televisión, les puede llegar a reafirmar lo inútil de tales frases, ya que, pueden hacernos ver que la educación y buenos modales no son necesarios para alcanzar nuestros logros. ERROR! 

Hay que saber enseñar y razonar el porqué de muchas de las reglas básicas de comportamiento, sin exagerar. Hay que saber que en el trato con los demás hay unas ciertas reglas que deben aplicarse te caiga bien o mal una persona, que hay que saber hablar y escuchar, que hay que saber comportarse en la mesa, que hay que saber respetar a los mayores, aunque te parezcan un poco pesados o incluso poco educados... Hay que saber salir airoso de situaciones comprometidas o incómodas.

Las reglas de cortesía y buena educación son el pasaporte sin el cual no se puede viajar por la vida. Tener una buena educación ayuda a saber qué hacer en casi todas las situaciones cotidianas, a tratar con los amigos y familiares, a saber tratar con respeto a profesores, padres... A saber que no se deben saltar ciertas normas que harían la convivencia más difícil y menos agradable.

Pero también hay que enseñar a preguntar, para poder responder a cuestiones que son nuevas en determinadas situaciones o circunstancias. Cualquier momento es bueno para aprender.
Sólo hay que fijarse en el buen comportamiento de los demás, y sacar lo mejor de esos momentos.

La educación debe ser una tarea diaria, constante y, seguramente, algo repetitiva, pero que redunda en beneficio de todos y, principalmente, de uno mismo. No hay que dejar que caiga en saco roto o en el olvido, sería realmente una pérdida de incalculable valor olvidarse de enseñar y aprender las normas de educación más básicas y necesarias para desenvolverse en la vida. La educación no entiende de modas, edades o culturas, es un bien universal y necesario.










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